domingo, 9 de noviembre de 2014

Gestión del equipo de ventas: Construye el mejor equipo

Posted by Paola | 16:36 Categories:

Construye el mejor equipo


Crear un equipo de ventas GANADOR:


¿Cuál es el secreto para conseguir el mejor equipo comercial?

Posiblemente la resta a esta pregunta no existe, por ello aquí hay 8 pasos para crearlo:

1. Apuesta por la gente de casa:

Los vendedores que se han formado en la empresa, acaban dando un mejor resultado que los fichajes externos.  Trabaja para crear tu propia cantera de agentes comerciales.

2. Externaliza lo mínimo:

Existen fuerzas de ventas muy eficaces, que resultan perfectas para campañas puntuales o como refuerzo, pero recuerda que, a parte de tu empresa, los externos pueden trabajar para otros clientes, por lo que su compromiso puede ser limitado.

3. Sé riguroso con la selección:

Contratar y despedir vendedores es fácil, pero a la larga, la rotación excesiva pasa factura al negocio. No te dejes deslumbrar por los vendedores que prometen ¨milagros¨ y somételos a un proceso de selección adaptado al puesto.

4. Busca el perfil adecuado:

Además de tener la facilidad para vender, el prospecto debe contar con otras cualidades como: habilidad para comunicarse, empatía emocional, interés por aprender, autocontrol y confianza, competitividad bien enfocada, capacidad para organizarse, etc.

5. Pacta los objetivos:

La mejor forma de implicar a los vendedores con el proyecto que estés manejando, es discutir con ellos los objetivos y métodos de trabajo, hasta lograr un compromiso mutuo. Es sorprendente saber que ellos son a veces más exigentes consigo de lo que la empresa puede ser con ellos.

6. Haz formación continua:

La clave para vender más y mejor, es capacitar constantemente a los vendedores; debes conseguir que dominen el producto, la competencia, las técnicas de ventas... Toda la inversión que se realice en formación, se traducirá en beneficios.

7. Motívales adecuadamente:

La motivación de un vendedor, siempre va ligada a la remuneración adecuada. Esto incluye un sueldo base suficiente, comisiones atractivas, y otros incentivos que le fidelicen con la empresa. Es necesario buscar la fórmula que compense mejor al equipo.

8. Recuerda que no todo es dinero:

En ocasiones parece que a los vendedores les interesa sólo ganar dinero, sin embargo, aprecian también la estabilidad, el buen clima laboral, los beneficios o prestaciones, sentirse valorados, etc.


Crea un equipo EQUILIBRADO:


Libérate de los engreídos y haz que todos trabajen equilibradamente.

1. Crea equipos equilibrados:

Para que un equipo de trabajo funcione, debe estar formado con gente con perfiles distintos: creativos, resolutivos, organizadores, sintetizadores... De esta forma te asegurarás que el trabajo se reparta y se lleve a cabo realmente.

2. No hagas promesas falsas:

Al reclutar a alguien para un proyecto, no lo engatuses con promesas como que liderará el equipo o que las cosas se harán como él quiera, si no se cumplirán dichas promesas. Hacerlo, es un camino seguro para incluir a un distorsionador en el grupo.

3. Fija objetivos ambiciosos:

Para sacar lo mejor de un equipo con talento, es conveniente que plantees un desafío que ninguno de sus miembros pueda resolver por separado. De esta forma será imprescindible que colaboren y les motivarás para lograr el éxito.

4. Establece las reglas:

Un equipo de trabajo, necesita trabajar bajo unas reglas básicas de responsabilidad, reporting y plazos. A partir, deja que se organicen como prefieran, siempre que cumplan con los objetivos y requisitos fijados.

5. No aceptes tratos de favor:

Las condiciones de trabajo debes acordarlas de antemano. No debemos entrar en la dinámica de negociar con cualquiera que te pida algo diferente a los demás. Tampoco permitas que alguien se disperse o haga lo que quiera, aunque sea muy bueno.

6. Evita conflictos personales:

No dejes que la dinámica del equipo llegue al plano personal. Si surgen conflictos de caracteres, deben resolverse de forma privada fuera del grupo. En caso que no sean capaces de hacerlo, habrá que darles un ultimátum para que lo resuelvan con madurez.

7. Excluye a los conflictivos:

Hay excelentes profesionales que son incapaces de trabajar en equipo o con determinadas personas. Resulta muy difícil hacer que cambien, así que deberás valorar si lo que te aportan compensa los problemas que te provocan.


Decide qué ESTRUCTURA te conviene:


Estructura piramidal:

Es la clásica estructura jerárquica. Un jefe manda sobre otros responsables (por ejemplo jefe de zonas o producto), que a su vez dirigen otros empleados. Es fácil de entender y permite transmitir las órdenes deprisa, pero tiende a aislar a los máximos directivos y favorece la arbitrariedad.

Estructura funcional:

El personal se agrupa en áreas especializadas (preventa, canal, grandes cuentas, etc.) Que reciben órdenes de cada responsable, en función del proyecto. Es menos rígida y permite cierta autonomía, pero puede provocar problemas de comunicación, órdenes contradictorias y conflictos de prioridades.

Estructura mixta:

Es una combinación entre las dos anteriores. Él es el modelo que más se usa actualmente. La componen varios niveles jerárquicos, pero dependen de un responsable. Si se aplica bien, es eficiente, pero si no, puede traer los conflictos de las dos anteriores.

Estructura horizontal:

Todo el personal está al mismo nivel y depende de una misma persona, aunque cada uno trabaja con mucha autonomía. Los empleados colaboran espontáneamente o consultan al responsable cuando lo necesitan. El funcionamiento está orientado a resultados. Es la estructura soñada de la oficina abierta, que favorece la flexibilidad y la creatividad. De momento, solo se ha logrado que funcione en grupos pequeños con profesionales de perfil parecido. Difícil.

Estructura matricial:

El personal se agrupa en grupos de trabajo temporales para cada proyecto, liderados por un jefe de proyecto. Cada empleado participa en varios grupos. Permite mucha flexibilidad y reduce los problemas de jerarquía, pero puede generar conflictos de autoridad. Sólo es apta para equipos muy motivados.


Define bien los CARGOS:


Director comercial:

Es el máximo responsable del área comercial de la empresa y generalmente controla los departamentos de marketing y de ventas. Si perfil es el de un ejecutivo, por lo tanto su tarea es dirigir el departamento, no vender.

Director de ventas:

Aunque a veces se confunde con el director comercial, técnicamente este cargo se refiere sólo al máximo responsable del Departamento de Ventas (no de marketing).  Suele ser un comercial que ha ido ascendiendo en el escalafón del negocio.

Jefe de ventas:

Es un cargo intermedio entre el director de ventas y los comerciales, que suelen actuar como cadena de transmisión en ambas direcciones. Este segundo de a bordo es recomendable cuando empiezas a contar con un equipo de ventas amplio.

Responsable del canal:

Es el profesional que se responsabiliza de desarrollar el canal de distribución, y que en empresas grandes puede contar con su propio equipo comercial.

Responsable de grandes cuentas:

Es un vendedor, generalmente con mucha experiencia, que se especializa en gestionar a los clientes más importantes y en negocias grandes acuerdos.

Responsable de atención al cliente:

Gestiona la postventa y la atención al cliente. Puede estar dentro o fuera del departamento comercial, pero siempre en estrecha colaboración.

Responsable de preventa:

Es un profesional que se especializa en las tareas de prospecting, segmentación, telemarketing, etc. Para facilitar el trabajo de los vendedores.

Otros:

Algunas empresas incluyen en ventas al jefe de producto o al jefe de marca, aunque pertenecen a Marketing. En función de tus necesidades también puedes crear perfiles como “Responsables de Formación, Comercial Senior/Junior”, etc.
Lo importante es que diseñes las estructuras más adecuadas para las necesidades de tu negocio. En general, es mejor que existan pocos niveles jerárquicos, pero muy claros, para facilitar la transmisión de información.

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Employer BRANDING:

  • Crea un buen ambiente de trabajo.
  • Diseña planes de carrera.
  • Ofrece incentivos.
  • Cuida todos los aspectos.
  • Crea identidad.
  • En las buenas y en las malas.

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